52 días y conmemoramos el llenazo

Hola chicos.

Ayer parece que hubo llenazo en el blog. Da igual, yo seguiré escribiendo.

Ayer no hicimos nada de la boda. Pero nada de nada. Yo estuve liado con la Pascua y Maria estuvo de compras y currando. O sea, que poco puedo contar.

No sé si alguien lo leerá, pero yo voy a contar recuerdos que tengo de la Pascua Juvenil de todos estos años que llevo viviéndola en la parroquia. De hecho, la primera fue en el 95, pero aquella era una Pascua para gente más mayor, y yo no volví ni siquiera a la primera puesta en común. No me enteraba de nada. Recuerdo que me preguntaron que qué significaba para mí beber la sangre de Cristo en su Copa... ¡Creo que ahora tampoco sabría responderla con exactitud!

Mi primera Pascua real fue en mi año de COU. Me levantaba a las 7 para estudiar y me pasaba el día en la parroquia. Al terminar aquella Pascua estaba hecho unos zorros. Pero la recuerdo con mucho cariño, incluso puedo decir que fue de las mejores. El Vía Crusis aquel es de los momentos que más han marcado mi fe. Nunca había estado en ninguno, por eso creo que me marcó. Tampoco me quedé a la fiesta, y me vine con Guillermo y Manuel en taxi a casa. Mis padres no me dejaron quedarme...

Del resto de las Pascuas recuerdo con especial cariño la primera que viví como catequista de jóvenes. Fue impactante ver cómo pasaba el tiempo y cómo ahora eras tú al que le preguntaban dudas. Pero no todo fue bueno, porque me costó hacerme a la idea de que iba a saber lo que íbamos a hacer. El factor sorpresa siempre se debe tener en cuenta cuando llevas muchos años haciendo lo mismo.

Pero creo que la mejor Pascua a nivel organizativo fue la del año pasado. También la de más nivel. Creo que nunca ha habido tantos jóvenes comprometidos ni tampoco habíamos llegado un grupo de jóvenes (catequistas de jóvenes) tan compenetrado ni tan seguros de nosotros como el año pasado. Además, la hornada que venía de atrás, venía con mucha fuerza. Yo disfruté mucho, disfruté desde la tranquilidad de que sabes que nada se va a escapar.

Por eso, la persona a la que voy a echar de menos va a ser a Goyo. Altruísta y egoístamente. Altruísta porque, personalmente, ocupa un lugar insustituible en mi fe, y, egoístamente, porque siempre iba un paso por delante de los tres. Ahora ese paso nos lo tenemos que repartir... y no siempre nos damos cuenta.

Y, concretando, mi peor momento... pues mi peor momento creo que la mayoría lo sabéis. Cuando vinieron a tocarnos los cojones personas indeseables con lo de que yo quería venir, pero no me habéis dejado... ¡Iros a tomar por culo!

Y el mejor momento... Pues yo no sé si lo sabéis, pero el momento en que me di cuenta de que mis sentimientos hacia Maria iban mucho más lejos de la amistad, fue en una fiesta del sábado por la noche, en la Pascua del 99. Ahí se me cruzó, jejeje... y hasta ahora.

Bueno, me despido hasta el domingo.

Pdta: Qué cerca están las invitaciones.