45 días y aún no sabemos dónde pasar la noche

Buenas.

Eso es lo que más nos agobia ahora. Porque con las invitaciones al caer y todo prácticamente preparado, aún no sabemos dónde pasar la noche. Voy a mirar pachá, que es lo que Juan propuso y eso lo que aún no he mirado, pero estoy francamente preocupado. La gente que trabaja en estos sitios son unos maleducados, porque no responde al teléfono, no responde por email... entonces, ¿para qué los ponen?

Ayer nos mandó Goyo el Sacramento del matrimonio para que pudiésemos meditarlo y hacer oración con él. Probablemente lo saque por impresora y le dé unas cuantas vueltas antes del 26 de mayo. ¡Madre mía, me corre cada escalofrío cuando pienso en esos días! Supongo que como a vosotros.

La verdad es que estamos siendo muy agraciados con todos los gestos de cariño que tenéis todos con nosotros. En el fondo, el miedo a que algo pueda salir bien o mal, a mí, por lo menos, ya me ha desaparecido. No así el miedo a que algo no esté, por ejemplo, lo de la noche. Lo demás, pues si la celebración sale bien, pues bien. Que falla algo, pues falla. Que en los salones todo va bien, pues bien. Que falla algo, pues bocadillos...

Así que, ahí os dejo una canción que refleja el lado más humano de la amistad.

Grita (Jarabe de Palo)

Hace días que te obsevo,
he contado con los dedos,
cuantas veces te has reído,
una mano me ha valido.

Hace días que me fijo,
no se que guardas ahí dentro
a juzgar por lo que veo,
nada bueno, nada bueno.

De qué tienes miedo,
a reir y a llorar luego,
a romper el hielo,
que recubre tu silencio.

¡Suéltate ya! y cuéntame
que aquí estamos para eso,
"pa" lo bueno y "pa" lo malo,
llora ahora y ríe luego.

Si salgo corriendo,
tú me agarras por el cuello,
y si no te escucho,
¡Grita!
Te tiendo la mano,
tú agarra todo el brazo,
y si quieres más pues,
¡Grita!

Hasta mañana.