lunes, 2 de abril de 2007

53 días... a dos de las vacaciones

Hola a todos.

Ayer hicimos las fotocopias de los mapas en el guarro. No tenían cuchilla, con lo que ahora toca recortarlos todos. Menudo coñazo. Yo hice el trabajo duro, y ahora Maria hará el estilista. También he de decir, que Maria ha estado ensañando la letra de los sobres. Creemos que el momento de la entrega está muy muy cerca...

Como os dije ayer, hoy repasaría los mejores y peores momentos de Maria en una Pascua. Ló haré modo entrevista por tres razones: 1) fue una entrevista, 2) por variar y 3) porque me da la gana y para eso escribo yo y hago lo que quiero.

Antes de comenzar a responder me espetó un 'no estoy pá ná', dejando claro que me iba a ser muy difícil sacarle nada. Ahora tiene una contractura brutal en la espalda y no tiene el chocho para farolillos.

Yo seguí insistiendo, a ver si era capaz de sacarle algo. 'Echo de menos alguna procesión. A mí me gustan y no me disgustaría ir un año a alguna'. Sangre andaluza no le falta. Un momento que recordamos entre risas los dos fue el del altavoz para el corazón que le soltó la puta gorda, cuya foto estaba en internet como espero no verla nunca:

Como ella misma reconoció, no estaba de muy buen humor porque nos está tocando currar mucho y las cosas parecen que no se cierran nunca. 'Es que parece que sólo a nosotros nos importa la Pascua. El tío este (clara referencia) no hace ni el huevo y nosotros tenemos que pensar en todo'. Tampoco faltó un recuerdo a Goyo. 'Pues claro que echo de menos a Goyo. Cada cosa que hacemos me trae recuerdos de estos años en los que los pasábamos bien preparando la Pascua. Estos años en que todo estaba terminado una semana antes...'.
Fui prácticamente incapaz de sacarle recuerdos buenos, y los malos, pues para el que los quiera. Sólo le saqué 'las dinámicas de las cruces y de las 7 palabras'.
Y, al menos reconoció, que 'un momento que recuerdo siempre de cada Pascua es leer una estación en el Vía Crucis'.
En fin, que no estaba muy por la labor. Ayer era día de dolores, nunca mejor dicho. Visto lo visto, me despedí animándola para que subiera a casa a abroncar a sus padres y a su hermana. Ella me dijo que por qué.. y yo le dije que por existir.
Esa fue la única sonrisa de Maria ayer en casi hora y media. Seguro que hoy estará mejor.
Hasta mañana.

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