Buenas.
Llevo unos días en los que me doy cuenta que estoy mucho más relajado. No sé si es porque ya la suerte está echada, o porque los peores meses, aquellos en los que los buenos estudiantes nos jugamos el curso, o sea, no el último, sino los anteriores, ya han pasado. Ya tenemos los muebles casi en casa, ya tenemos la cocina terminada salvo el zócalo de la lavadora y el reloj en la pared, ya tenemos los baños a punto de caramelo y sólo faltaría la habitación pequeña y el trastero, pero eso caerá este puente. Y el viaje ayer quedó cerrado.
Además, los regalos ya están, a la ceremonia no le queda prácticamente nada y sólo quedan por entregar algunas invitaciones, la mayoría ya habladas, y hablar de nuevo con el fotógrafo porque quería hacer una pruebas de luz.
Ya sólo nos quedan concretar detalles. Quizás el único gordo sea dónde vamos a quedarnos por la noche, la verdad.
Es verdad que apenas tenemos tiempo para nada, pero ahora que Maria va a salir a las 7, como que se nos abre otra ventana para respirar, porque así tendremos algo de tiempo 'comercial' del que disponer.
Que no quiere decir todo esto que no discutamos, que lo hacemos, porque casi siempre tenemos un punto de vista diferente, pero ya no se ve todo con el agobio que se veía hace un par de meses.
Pdta: Ayer ya firmamos los papeles con Juan y Noe como testigos. Juraron y perjuraron que estábamos solteros y que no estábamos locos... Ahora se abren dos semanas para las amonestaciones (bueno, jeje, algo menos por ser amigos de los curas). Al primero que ponga una le corto los...
Hasta mañana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No digas esas cosas, que ya nos quedamos con ganas de ponerla y ver la cara que se te queda........
Publicar un comentario