Buenas.
Ayer fue un día en el apenas arreglamos nada. Hoy ya quedará cerrado lo de por la noche y nos gustaría también hablar con el salón, pero parece difícil, porque ayer estuvo Maria llamando todo el día y no hubo manera. Como ya tenemos las mesas terminadas a falta de cerrar los invitados al 100% (un gran paso es que ya saben todos los invitados que son invitados, que hasta ahora había flecos) pues queremos hablar con ellos. Pero nada.
Y poco más. Sólo decir que Maria va poco a poco mejor del pie. Que ya no le duele siempre, sino que tiene momentos, pero que no va tan rápido como de viernes a sábado. Yo me quedo más tranquilo si va despacio, porque todos sabemos lo que son los milagros y lo que no. Y es no sería uno.
Para mí, lo mejor del día de ayer fueron dos cosas:
1. Llegué a la reunión con mis chavales y todos se habían leído las hojas y todos tenían algo que decir. ¡Dos años nos ha costado, pero parece que van cogiendo la onda! Además, se les vio con ganas. Disfruté mucho ayer en la reunión.
2. Cuando entré a la reunión de monitores del campamento, vi que no cabían en la mesa. Creo que, no sólo ya habíamos dejado atrás una época sombría anterior, sino que la transición se está llevando de una manera ejemplar. Enhorabuena a los premiados.
Y bueno, que me despido con una canción que escuché el domingo en el coche de Dudu (porque, aunque iba con Noelia, ES EL COCHE DE DUDU, lo mismo que la casa de Juan, la casa de Sergio, mi casa, etc...) de Revólver, que habla de que, aunque se discuta, aunque peleemos, siempre se puede salir adelante...
Asustando al huracán
(Revólver)
Cuando me haya sumergido en el olvido
Cuando me haya diluído en agua y sal
Cuando sea un trozo de lo que has vivido
Cuando sea tanto como tu me quieras recordar
Cuando el tiempo ya no sea enemigo
Invencible porque no aguanta un farol
Cuando ya no exista nada decisivo
Ni una sola estupidez que discutir entre tú y yo
Cuando sople el huracán y te arrastre hasta gritar
No te asustes porque estoy detrás de tí
y aunque no me puedas ver piensa en mí y allí estaré
Cuando apriete con violencia el vendaval
Asustando al huracán
Cuando tengas caducas mis urgencias
Cuando queden mis zapatos sin usar
Cuando ya no encuantres restos de ceniza
Ni mi ropa sin guardar por donde quiera que vas
Cuando no resuenen más mis maldiciones
De jugar a ser feliz cada día un poco más
Cuando sople el huracán y te arrastre hasta gritar
No te asustes porque estoy detrás de tí
y aunque no me puedas ver piensa en mí y allí estaré
Cuando apriete con violencia el vendaval
Asustando al huracán
Asustando al huracán
Cuando sople el huracán y te arrastre hasta gritar
No te asustes porque estoy detrás de tí
Y aunque no me puedas ver piensa en mí y allí estaré
Cuando apriete con violencia el vendaval
Asustando al huracán
Asustando al huracán
Hasta mañana.
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