miércoles, 9 de mayo de 2007

16 días de flor en flor

Buenas.

Pues sí. Las flores no relajan. Estresan. Y si no, que se lo digan a Maria. Efectivamente, yo no entiendo el trajín que se traen con el ramo. Yo pondría un geranio y punto. Mi abuela tenía muchos y le gustaban a todo el mundo, pero habrá que ser sofisticados. Ahora, ya le he dicho, no pienso ponerme un nardo en la solapa, no me jodas...

Ayer me dijo Juan Carlos que venía y también del pueblo contamos con una baja esperada y una alta no esperada. Lo comido por lo servido. Ahora mismo que no queda nadie por ser invitado. Fin de un capítulo.

Hoy veré el modo del pago del salón, que es otro quebradero de cabeza y Maria, en teoría, decidirá el ramo.

Por hoy nada más. Bueno sí, decir que mañana a las cuatro de la tarde voy a recoger los billetes del viaje y a las seis tengo hora en la peluquería. Pero tranquilos, que, comparada con la semana que he tenido, el día me parece de lo más relajado.

Y el sábado. ¡Ay el sábado! El sábado por la mañana no sé si podremos llevar la estantería, pero, por la tarde, nos vamos a ver la flores de la iglesia, y, a la vuelta, nos vamos a ir mi novia y yo de compras. Nos vamos a comprar ropa nueva, que este año, con el apretón de la boda, no me he comprado ni una puñetera camisa y ya tengo ganas de renovar algo.

Y del dedo maria está mejor. Menos mal. Pero lentamente, lentamente...

Nos vemos.

No hay comentarios: