Hola a todos.
Sí, como oís. Mientras yo me dejo el higadillo jugando al baloncesto los viernes, Maria ha decidido comprar un petit pua para relajarse. Es un método como otro cualquiera, pero había que ponerlo, estaréis de acuerdo conmigo...
¿Qué os dije sobre las indicaciones del salón? Pues eso, que no lo acaba de ver. En su descarga, he de decir que se puede mejorar. Una vez impreso, se puede mejorar. Pero, para variar, hay que cambiarlo. Espero que no pase eso cuando tengamos un coche, porque me voy a ver loco por la calle... 'No perdone, pero si usted no sabe cuál es su coche, al menos no me quite las llaves...' A ver si cuela...
Sobre la charla de ayer, hay que poco que contar, porque estuvo bien. Eso sí, debido al sufrimiento extremo que se inflingió en la charla anterior, alguna que otra pareja decidió llegar tarde... o ni siquiera llegar. Y una pena, porque la charla de ayer nos devolvió a los cristianos un lugar en la sociedad. No nos engañemos, después de la del miércoles yo pensaba que nos metían en jaulas. Un hombre de la parroquia de la FuenteSanta, de unos 50 años, informático (el jefe le llamó repetidas veces al móvil durante la charla, pero no lo cogió...) y muy sensato. Durante 50 minutos nos explicó las bases de la paternidad responsable. Podría explicároslo, pero lo dejo para cuando vayáis vosotros. Y durante los otros 10, nos explicó lo que él entendía por paternidad cristiana.
Este hombre sí argumentó el uso de los anticonceptivos y, sobre todo, explicó que un primer paso para una pareja actual, tal y como está la economía, el empleo, etc... sería plantearse en qué momento habría que tener un hijo. Hablaba también de posibles desplazamientos de ciudad en los trabajos, aunque fuese temporal, etc... Vamos, que este hombre sí sabía en qué sociedad vivía, porque, hasta el momento, parecía que el cristiano tenía que estar por encima de la sociedad, que no le importara en qué sociedad ni en qué mundo vivía, sino que tenía que vivir como las primeras comunidades cristianas, y eso, nosotros, que llevamos años intentando vivir el cristianismo, sabemos que es el mayor error que se puede cometer, porque, hasta el mismo Jesucristo, lo primero que hizo fue adecuar sus palabras a la sociedad en la que vivía.
Y sí bueno, fue trasgresor, ¿pero acaso nosotros no lo somos? Una cosa es ser trasgresores, y otra lunáticos.
En fin, que ayer este hombre nos salvó la cabeza, porque, según Maria, cuando este hombre hablaba sobre la parte cristiana de la paternidad, éramos observados por nuestros compañeros. A ver si hoy tenemos la oportunidad de resarcirnos, para que no nos vean como los becados por el prelado...
Y mañana sábado, joder, que ya era hora...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Hoy es vuestra última oportunidad.
Teneis que salir con la sangre desbordada en vuestra espada.
¡A por ellos (oe)!
PD: Ayer estaba de viaje y no leí el blog. He de decir que lo escrito por Rubén y por Sergio es de lo mejor que he leido (ja, ja, ja)
Voy a sacar la espada buena, que la tengo guardada de que se la ensarté a la puta gorda...
No va a quedar ni un puto ateo...
Publicar un comentario