viernes, 30 de marzo de 2007

Vale la pena


Hola de nuevo.

Acabo de volver de jugar al baloncesto. Bueno, es un decir, porque hemos ido 3 y no ha habido partido. Me siento estresando. Mi gran momento semanal no ha llegado. El momento en que suelto todo el stress. Hoy no he podido.

Además, Roberto se ha vuelto a confundir con lo de la Pascua y mira que se lo dejé todo bien bien indicado. Pues nada. Yo ya no sé qué hacer con él. Por más que le intento ayudar, por más que intento que se sienta cómodo. Mirad, la verdad: es un vago, y contra eso no se puede luchar. Esta vez si va a ser necesario el Espíritu, porque como Dios me dé fuerzas le enjareto una gualla.

Pero escribo sobre todo porque vamos a ver el Sacramento del matrimonio. A mí me hubiera gustado verlo primero con Goyo, pero no he tenido más remedio que hacer el cursillo de los cojones. En el fondo de no le haré mucho caso, porque el sentido quiero que me lo explique él, pero sólo de pensar que por primera vez hoy vamos a hacernos a la idea del rito que queremos para nuestro boda... sólo de pensar eso... uff, no sé cómo explicarlo.

Me voy a guardar lo que siente uno por dentro, porque o ya lo habéis sentido o ojalá lo sintáis, pero lo voy a resumir con unas pocas palabras: Todo el esfuerzo vale la pena.

Y podéis meter en esfuerzo lo que os dé la gana...

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